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Los pequeños remolcadores-patrulleros llamados "Trompitos" eran los que al principio cubrían los servicios del nivel "B" (más tarde formaron el Grupo "A"). Sin embargo, aunque mucha era la utilidad de los "Trompitos", se necesitaban embarcaciones rápidas que accedieran al lugar de los hechos en un breve espacio de tiempo.

Aprovechando un viaje privado al Salón Náutico de Barcelona y las relaciones personales en el medio marítimo, convencimos al propietario de Astilleros Orozco para que nos facilitara una embarcación "Tintorera" a pagar "como podamos". Ganados para nuestra causa, aquellos astilleros no dudaron en enviarnos la embarcación, que fue bautizada como "B-1" y que inicialmente era pagada mediante una colecta mensual, a escote entre la oficialidad de la Cruz Roja del Mar de Málaga.

Lógicamente, cuando nuestra Inspección General-Madrid tuvo conocimiento de aquello, se hizo cargo del pago aún cuando no estaba previsto algo así hasta pasado algún tiempo.

A aquella "B-1" siguió la "B-2", imprescindible para darse apoyo mutuo y garantizar siempre una en servicio.

Las "Tintoreras" prestaron muy buenos servicios

Las "Tintoreras" también fueron objeto de mejoras para adaptarlas al servicio que habían de prestar. Originalmente eran de color blanco en su totalidad, por lo que se pintó la superestructura en color butano. Se les añadió un mástil y un proyector a proa y un soporte para motor fuera-borda auxiliar a popa, para caso de avería, además del equipamiento habitual de radio, etc.

Algunas de las mejoras realizadas.

Aquellas lanchas nos dieron la seguridad y rapidez necesaria en mar abierta.

Se prestaron importantes servicios...

...de muy diversa naturaleza.

Las “Tintoreras” permitían la rapidez que muchos auxilios requerían.

Al cabo de los años, llegaron las embarcaciones semi-rígidas especialmente diseñadas para salvamento, con sistema auto-adrizante y otras características que las hacían idóneas para el trabajo que nosotros veníamos realizando con las "Tintoreras".

Pero tales embarcaciones ya no formaban parte de la primera época histórica de la Cruz Roja del Mar - donde teníamos que inventar y adaptar lo que había - y entran en lo que sería el principio de una segunda época, donde empezaba a contarse con mejores medios dado que iba apareciendo material especializado.